Ki Hine Kajomer-Cual arcilla en manos del alfarero (Mi versión)


Cual arcilla en manos del alfarero,
que la expande o contrae a su voluntad,
podamos ser forjadores de un futuro
más justo para toda la humanidad
observa tu pacto, y que la paz reine aquí en la tierra.

Cual piedra en manos del picapedrero,
que la forja o lo separa a voluntad,
podamos ablandar nuestros endurecidos corazones,
abrir la mano y el oído a los más necesitados.
observa tu pacto, y que la Tzedaká entendida como justicia reine aquí en la tierra.

Cual hierro en manos del herrero
que lo suelda o lo separa a voluntad,
podamos mantenernos fuertes en nuestras convicciones
acercando la distancia entre el decir al hacer;
observa tu pacto, y que la utopia reine aquí en la tierra.

Cual timón en manos del marinero
que lo maneja o lo abandona a voluntad
podamos guiar nuestro destino hacia los fines más nobles para los cuales hemos sido creados
observa tu pacto, y que los sueños reinen aquí en la tierra.

Cual paño en manos del tejedor
que lo pliega o forma a voluntad,
podamos cobijar a los desamparados otorgándoles un manto de calor y humanidad
observa tu pacto, y que el amor reine aquí en la tierra.


Cual plata en manos del orfebre
que la hace pura o impura a voluntad
que todas nuestras intenciones de mejorar sean claras como el agua
y que se concreten durante el año venidero
observa tu pacto, y que la bondad reine aquí en la tierra.

Enrique M. Grinberg

Ki Hine Kajomer-Cual arcilla en manos del alfarero


Cual arcilla en manos del alfarero,
Que la expande o contrae a su voluntad,
Así somos en tus manos, Dios de bondad;
Observa tu pacto, no prestes oído al acusador.


Cual piedra en manos del picapedrero,
Que la forja o lo separa a voluntad,
Tal somos nosotros en tus manos, Fuente de vida;
Observa tu pacto, no prestes oído al acusador.

Cual hierro en manos del herrero
Que lo suelda o lo separa a voluntad,
Tal somos nosotros en tus manos, Defensor;
Observa tu pacto, no prestes oído al acusador.

Cual timón en manos del marinero
Que lo maneja o lo abandona a voluntad
Tal somos nosotros en tus manos, Dios de bondad;
Observa tu pacto, no prestes oído al acusador.

Cual paño en manos del tejedor
Que lo pliega o forma a voluntad,
Tal somos nosotros en tus manos, oh Dios de severidad;
Observa tu pacto, no prestes oído al acusador.

Cual plata en manos del orfebre
Que la hace pura o impura a voluntad
Tal somos en tus manos, Dios del consuelo;
Observa tu pacto, no prestes oído al acusador.

Nota sobre el texto:
Majzor Avodat Israel, Iom Kipur
Traducción: León Dujovne y Bernardo Schalman

Cual arcilla. El autor es desconocido. Créese que es del siglo XII. Se basa en Jeremías 18, 6 : “Como el barro en la mano del alfarero” e Isaías 64, 7: “Nosotros somos el barro y tu el alfarero”.