Amor al País

Y el país se divide en comarcas del recuerdo y distritos de esperanza,
y sus habitantes se mezclan entre sí,
como esos que regresan de un casamiento
con aquellos que vuelven de un entierro.

Y el país se divide en territorios de guerra y territorios de paz.
Y el que cava una zanja contra obuses,
volverá para acostarse en ella con su muchacha,
si es que vive para cuando llegue la paz.

Y el país es hermoso.
Incluso los enemigos en derredor lo adornan
con armas que brillan al sol
como un collar al cuello.

Y el país es un país-paquete:
bien amarrado esta y de todo hay en él, y está atado con fuerza
y los hilos producen dolor a veces.

Y el país es muy pequeño,
ya hasta puedo integrarlo en mi interior.
La erosión del suelo arrastra mi tranquilidad también
y tengo siempre presente el nivel del Kineret.
Y por ello puedo sentirlo todo
en un entornar de ojos: mar-valle-monte.
Y por ello puedo recordar todo lo que en él pasó
de un solo golpe, como aquel que recuerda
toda su vida en el momento de su muerte.

Iehuda Amijai