Estimados/as compañeros/as:
En los próximos días el
calendario hebreo nos acerca nuevamente una de las festividades centrales de nuestro
pueblo Jag HaPesaj. Asimismo y casi en
forma paralela el calendario gregoriano acerca a otro credo las Pascuas.
Pesaj es una de las tres
festividades de peregrinación a Jerusalem (Shlosha Regalim) junto con Shavuot y
Sucot. Es una oportunidad para el encuentro y la reunión de familias y amigos
alrededor de una mesa. Es este un punto común entre ambas celebraciones: el
encuentro, la re-unión.
Más allá de la particularidad
ritual de cada fiesta, de sus
significados y significantes cada mesa es signada por la diversidad gastronómica,
por la prohibición de ingerir ciertos alimentos y por la obligación de comer
otros. Es este un punto común en donde se manifiesta la cultura de los pueblos.
Es a través de la cultura que podemos resinificar parte de nuestra identidad
preguntado y ensayando respuestas del por qué esta noche es distinta a las
demás.
Pesaj es el recuerdo personal y
colectivo del pasado en tiempo presente.
Pesaj corporizar y doler por la
esclavitud y a la vez sentir la caricia y el alivio por la libertad que gozamos
habiéndonos redimido del yugo de los faraones.
Pesaj es preguntar y responder a
la vez, es transmitir y educar, es sentir y vivenciar la historia siendo y haciendo parte de la misma.
Pesaj es memoria, recuerdo,
pasado, presente y futuro.
Pesaj es un sinfín de valores que
podemos extraer de la Hagada (Narración de la Festividad), es Orden (Seder) y es
caos de mesas con manteles blancos que se van tiñendo con las gotas de vino e
inundando de miguitas de Matzá (Pan Ázimo) .
Uno de los párrafos que me
gustaría compartir con ustedes en esta oportunidad es que da comienzo a la
sección del Maguid (Relato) que es el Halajma Ania (Este es el pan de la
pobreza o aflicción), texto escrito en arameo y dice (traducción libre): “Este es el pan de la pobreza que comieron
nuestro padres, aquel que tenga hambre que venga, coma y celebre con nosotros…”.
Al recitar esta primera parte acostumbramos a abrir las puertas de nuestras
casas invitando realmente al que no tiene que comer o con quien celebrar a que
se siente en nuestra mesa y sea parte. Pesaj es una invitación abrir no solo la
puerta sino el corazón y la mano a nuestro semejante. Comencé este texto
dedicándolo a los compañeros/as no fue
casualidad, la etimología de la palabra se remite al vocablo del latín popular
“companio” que significa: “aquel que come su pan con…”, nos remite al compartir
y compartir nos remite al concepto de comunidad (común-unidad).
Les deseo a todos los que a
diario desde los distintos lugares hacemos COMUNIDAD un Jag HaPesaj Sameaj y
una feliz pascua para cada uno/a de ustedes y su respectivas familias.
Que nos podamos ganar el pan con dignidad y
compartirlo siempre con nuestro prójimo recordando siempre a quien nos
necesita.
Con sentido afecto,
Enrique M. Grinberg