La alegría de la salvación


Con la salida de la primera estrella comienza el 14 de Adar una de las fiestas más alegres que conserva nuestro pueblo en su milenario devenir. Celebramos la salvación del los israelitas que habitaban en Persia quienes estuvieron condenados a la muerte por un malvado ministro de la corte del Rey Asuero llamado Amán.

La historia nos narra que el Rey Asuero expulsó de su palacio a su reina por haber incurrido en desobediencia, y procurando una nueva esposa organizó un concurso de belleza el cual fue ganado por una bella y radiante mujer llamada Esther.

Esther era judía, pero nada había contado al Rey, su tío que se llamaba Mordejai se instaló en el patio exterior del palacio para estar cerca de ella, para prestarle sabio consejo. Dentro del palacio, Mordejai se entera de una conspiración en contra del rey. Transmite esta desagradable información y los culpables son ahorcados. Es por esta razón que Asuero decide nombrar un nuevo ministro y es aquí donde Amán entra en acción obligando a todos los judíos a prosternarse frente a él.

Mordejai se niega dado que él solo se inclina frente a Di-s como mandan nuestras tradiciones. Amán comienza a mostrarse hostil frente a los judíos e informa al Rey de la existencia de un grupo subversivo que debe ser eliminado por el bien del país y de su monarca. Asuero sin hacer las indagaciones correspondientes le otorga a Amán la autorización para aniquilar a los rebeldes.

Por sorteo se fija la fecha del 14 de Adar, de allí el nombre de la festividad "Purim" (del hebreo pur, azar).

Enterado Mordejai de su suerte le ruega a Esther que ingrese a la habitación del Rey Asuero quien se hallaba leyendo sus crónicas donde encuentra que Mordejai le había salvado la vida y no había sido recompensado correctamente. Es por ello que ordena a Amán, llevar Mordejai en procesión por toda la ciudad de Susa. Esto exaspera a Amán sobremanera. Esther revela la conspiración de Amán y se identifica frente al Rey como judía.

En ese mismo 14 de Adar en lugar de ir a la horca los judíos fue el malvado Amán y luego Mordejai fue nombrado ministro por el Rey. Después de estos sucesos Esther y Mordejai ordenan a los judíos que este día sea un día de fiesta y regocijo, que se envíen los unos a los otros obsequios y que a los pobres se los obsequie también (Mishloaj Manot).

Estos relatos nos son recordados por Meguilat Esther que con su lectura se comienza la celebración, cuando en dicho relato se menciona la palabra Amán la congregación acostubra a hacer ruido con diversos elementos para no escuchar el nombre del malvado.

Es precepto en Purim beber en exceso hasta no saber quien era el malvado, si Amán o Mordejai.

Es así como otra vez más un suceso de nuestro legado nos marca la vigencia de la vida sobre la muerte, de la alegría frente a la tristeza, del amor frente al odio, del espíritu del bien frente a la oscuridad del mal.

Me gustaría terminar este artículo citando una frase popular judía que nos dice que "Existe un solo Purim, pero varios Amanes".

Nuestra misión es vencer el espíritu de Amán en cualquier lugar donde se encuentre y forma en la que se manifieste, anteponiendo y procurando la paz frente a la guerra, la construcción frente a la destrucción, ayudando así al mejoramiento del mundo a través del amor, y la confraternidad entre hermanos y entre todos pueblos del mundo.

Jag Purim Sameaj.

Enrique M. Grinberg
1998

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