Visita a la Plaza de Mayo

Hola y buen viernes para todos y todas.

Tal como prometí la última vez seguimos recorriendo las huellas judías en Buenos Aires. Esta semana nos toca la zona de Plaza de Mayo como fue adelantado.

Espero disfruten del paseo virtual.

Invito a nuestros amigos del exterior si tienen ganas de compartirnos las huellas judías de vuestras ciudades que lo hagan!

Shabat Shalom.

Enrique

Sobre la Plaza de Mayo

La Plaza de Mayo es un sitio fundacional de la Ciudad de Buenos Aires, nació de la unión de las plazas de la Victoria y del Fuerte, al demoler en 1884, una construcción llamada Recova Vieja que las separaba. La parte de la plaza que se encuentra frente al Cabildo se llamaba Plaza Grande o Mayor y después de las invasiones inglesas (1806/7) se la denominó Plaza de la Victoria. La sección frente a lo que era el fuerte (donde actualmente se halla la Casa de Gobierno o Rosada), fue llamada Plaza del Fuerte, de Armas, del Mercado, y en 1811, 25 de Mayo.

Habiendo ya contado brevemente la historia de la Plaza de Mayo pasamos a los rastros judíos en la zona.

Olivo por la paz

En primer lugar en la misma plaza se encuentra, justo frente a la Catedral Metropolitana, plantado un olivo por la paz que fue plantado en un acto ecuménico cristiano, musulmán y judío (va foto). En el lugar hay una placa escrita en español, árabe, hebreo e inglés.  Va nota para quien quiera ampliar www.lanacion.com.ar/11017-masivo-acto-ecumenico-por-la-educacion-y-la-paz

Memorial de la Shoá y de los Atentados a la Embajada de Israel y la Amia.

Dentro de la Catedral Metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hacia la parte trasera del santuario principal done se encuentra el mausoleo de Monseñor Quarrachino, hay una gran mampara de cristal, con bastidor de plata labrado con diferentes emblemas judíos realizada por  Juan Carlos Pallarols. Alli se podran observar hojas de libros de rezo rescatadas de Treblinka, Auschwitz y el Ghetto de Varsovia. El memorial de la Shoá, conocido como el Mural Conmemorativo, es el primero y el único en una iglesia cristiana. (va foto)

Bajorrelieve frente Catedral Metropolitana: Bereshit, Génesis 45, el encuentro de Iaacov y Iosef

Mirando para arriba desde afuera de la Catedral podrán observar el bajorrelieve en el frente de esta emblemática construcción. Transcribo parte de un artículo que aborda solamente la representación del campo hebreo y egipcio de dicho tímpano.

Campo hebreo

Del lado izquierdo tenemos el campo de Jacob (o Israel) y los hermanos de José, que coincide simbólicamente con la Confederación Argentina. Las figuras humanas (en ambos campos) lucen vestiduras de tipo romano conforme la convención del canon neoclásico. No se trata de la toga, sino más bien de túnicas adaptadas del modelo griego.

En la figura de Raquel, se observa una palla colocada a modo de velo sobre la cabeza. El tema de la indumentaria merece un estudio más detenido. Con relación al calzado de las figuras, no se alcanza a distinguir desde el plano de observación peatonal, aunque parecen descalzas. Son once en total. Las figuras femeninas de mayor edad lucen su cabeza cubierta y serían Raquel y Lea, las dos esposas de Jacob. El bestiario de este campo se compone de un buey, un carnero y dos ovejas.

Es llamativa la última figura femenina, más joven, que sostiene un cántaro de agua. En cualquier caso, la comitiva de Jacob censada por el texto bíblico superaba las 60 personas, imposible de representar a todos en el tímpano.

Uno de los adultos alza su mano izquierda hacia el vértice de las pirámides, ¿como celebrando la obra masónica de reconciliación? Jacob, el padre, es representado como anciano patriarca (según el Génesis, llegó a Egipto con más de cien años) y su figura se resuelve en una escala un poco mayor a la de José. Puede leerse en ello el mayor peso geográfico y político de la Confederación, o, simplemente, una manera convencional de representar al personaje de mayor autoridad etaria. El gesto del anciano no muestra júbilo, es más bien adusto.

La escena se completa con los rebaños de los hebreos, según Génesis 46, 6: “tomaron sus ganados y fueron a Egipto”. También coincide con el oficio que los hermanos de José declaran ante el Faraón: “pastores de ovejas” (Génesis 47, 3)

Campo egipcio:

En el campo derecho, el campo de José, (correspondiente a Buenos Aires), se agrupan nueve figuras humanas y seis animales (dos caballos, un camello, un carnero y dos ovejas), y un carro tipo griego (sería la carroza en que se trasladó José al encuentro de su padre, según Génesis 46, 30, “José enganchó su carroza”). Dos figuras de varones son claramente egipcios según lo delata su indumentaria, y representan a servidores de la comitiva de José: uno de ellos, de espaldas, sostiene las bridas de los dos caballos, cuyo perfil semeja los del Partenón (nuevamente, el canon clásico). El otro lleva en una canasta una ofrenda de panes. En una primera lectura, se corresponde con el relato bíblico: “Vio Jacob que se repartía grano en Egipto” (Génesis 42, 1), motivo del traslado a aquél país en un contexto de hambruna regional.

Y también, producida la reconciliación familiar, la promesa del Faraón: “os daré lo mejor de Egipto y comeréis lo más pingüe del país” (Génesis 45, 19). Y también, Génesis 47, 12: “José proveyó al sustento familiar de su padre y toda la casa de su padre”. Pero también sería el símbolo de la abundancia que Buenos Aires trae a la Confederación merced a las rentas de la Aduana.

Tres varones conversan y se saludan, y, un poco rezagada, vemos una pareja de varón y mujer. La mujer aparece con la rodilla izquierda en tierra y ambos brazos cruzados sobre su pecho, en señal de respetuoso saludo.
También aparecen figuras de niños. Los camellos hablan por sí solos de la geografía. De los tres varones que se saludan y conversan, dos parecen reconocer al tercero. Tal vez sean estos los dos hijos de José nacidos en Egipto, Manashe y Efraím (Génesis 45, 27; Génesis 48, 1), confraternizando con un pariente hebreo. La escena del chating entre hermanos aparece en el texto bíblico, en el encuentro previo de José: “estuvieron conversando con él” (Génesis 45, 15)

El abrazo como motivo central:

Las dos figuras centrales, Jacob y José en el momento del abrazo, siguen la composición triangular de las pìrámides de fondo, y ambos conjuntos, se amoldan al vértice del tímpano.

Las túnicas de ambas figuras se reúnen entre ambos, creando un efecto de veladura sobre la base de la pirámide central ¿Símbolo, acaso, de los acuerdos secretos entre logias que posibilitaron el pacto de unión y que no han de ser revelados?

El encuentro de padre e hijo se adecua a la línea bíblica: “viéndole, se echó a su cuello” (Génesis 46, 30). A su vez, la mirada del padre se concentra en el rostro del hijo, según el relato: “Ahora ya puedo morir, después de haber visto tu rostro” (Génesis 46, 30)




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