Vi cumplirse el último sueño de mi vida...


Esta carta fue escrita por Mordejai Anilevich, Comandante del Ghetto de Varsovia, el 23 de abril de 1943, en medio de la revuelta. Era el último pedido de ayuda del guetto agonizante al mundo exterior.

Ahora es evidente que todo lo sucedido es mucho más grave de lo que anticipáramos. Hicimos los imposible para hacer frente a los alemanes. Pero nuestras fuerzas se agotan. Estamos en el umbral del olvido. Dos veces obligamos a los alemanes a replegarse, pero han vuelto con más efectivos.

Uno de nuestros grupos resistió cuarenta minutos; otro peleó durante seis horas. La mina que plantamos en la zona de la fábrica de cepillos explotó. Luego atacamos a los alemanes y les infligimos ciertas pérdidas, mientras que las nuestras fueron reducidas. También esto es un logro. Caí junto a esta ametralladora. Siento que nos hemos atrevido a hacer cosas importantes, de enorme valor. Nos hemos visto forzados a cambiar de táctica adoptar los métodos partisanos. Esta noche seis patrullas saldrán a cumplir dos tareas; reconocimiento y captura de armas. Recuerden, las armas de corto alcance no nos sirven. Solo rara vez las utilizamos. Necesitamos muchos rifles, granadas, ametralladoras y explosivos.

No puedo describirles las condiciones en que viven ahora los judíos del ghetto. No es posible que más que un puñado resista semejantes condiciones. El resto morirá, tarde o temprano. Su destino ha quedado sellado. Porque aunque hay millares escondidos en recovecos y ratoneras, no hay en esos lugares aire suficiente ni para encender una vela. Ustedes, que están afuera, considérense benditos. Quizás logremos ser testigos de otro milagro. Pero es sumamente dudoso. La última aspiración de mi vida se ha cumplido. La resistencia armada judía es un hecho. La autodefensa judía y la venganza judía son una realidad. Soy feliz y estoy satisfecho de haber sido uno de los primeros combatientes del ghetto.

¿De dónde vendrá la salvación?


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