Shavuot, Ley y algo más



Al término de la Sefirat HaOmer, el cómputo del Omer correspondiente a las siete semanas completas que comenzamos a contar al término del primer día de Pesaj, nos preparamos para recibir una festividad especial, me refiero a la celebración de Shavuot.

Conjuntamente con Pesaj y Sucot pertenecen al conjunto de festividades de "Shalosh Regalim", celebraciones que se peregrinaba al Gran Templo de Jerusalem.

Shavuot nos sólo tiene un sentido histórico-religioso sino que guarda una ligazón muy fuerte con la tierra y en especial la de Israel al ser una festividad agrícola. Es mencionada en la Torá (Pentateuco) como "La fiesta de las Primicias" y "La Fiesta de la Cosecha". Las primicias eran llevadas al Gran Templo en esa fecha y en esa misma época comenzaba la cosecha del trigo.

Completando la lista de nombres la encontramos distinguida en la Mishná y en el Talmud como "La fiesta de la Conclusión" dado que para nuestros sabios el 6 de Siván concluía la festividad de Pesaj.

Dentro de nuestra liturgia la encontramos mencionada también como "El tiempo de la entrega de nuestra Ley".

Estas tres fiestas, Pesaj, Shavuot y Sucot, además de compartir una clasificación especial como fiestas de peregrinación, hacen en su conjunto pilares fundamentales que sostienen a la identidad ideológica y ética de nuestro pueblo y son ejemplos de nuestra forma de vida frente a nosotros mismos y frente a la sociedad en su conjunto.

Pesaj, sin lugar a dudas, es el símbolo máximo de dignidad y libertad. Con la salida de Egipto queda demostrado que sin libertad no puede haber soberanía ni justicia, por eso no se dieron las Tablas de la Ley antes de la liberación del yugo de la esclavitud, ni se les permitió el ingreso a la Tierra Prometida a aquella generación que guardaba signos de sometimiento y durante cuarenta años vago sin rumbo por el desierto.

Recién al obtener la libertad total, tanto física como espiritual, en
Shavuot se procedió a hacer entrega de la ley y aquí quiero dejar bien en claro los términos "se les entregó la ley" y no "recibieron la ley" dado que está implícito en esta disquisición que cada uno de nosotros tiene un tiempo personal para hacer propia estas magnificas enseñanzas y apropiárselas en el conocimiento, proceder a su lectura, relectura, interpretación y aplicación a la forma de vida elegida. Tenemos toda la vida para ello, nunca es tarde para acercarnos a nuestras fuentes y aprehender sus enseñanzas.

De ahí que también llamemos a la festividad como "Zeman Matán Torateinu, el tiempo de la entrega de nuestra la ley". Entrega y no recepción. Se simboliza claramente con la lectura del Libro de Ruth que se lee durante la mañana de la Shavuot. En dicho texto se narra su historia; donde el eje esta puesto en que ella siendo no judía adopta y recibe la fe de Moisés por propio convencimiento. Es así como Israel debe recibir su Ley. En la lectura de esta Meguilá se menciona el nacimiento del Rey David, descendiente directo de Ruth de quien provendrá el Mesías y con él vendrá la redención de Israel. Se dice en nuestra tradición que David nació y murió en Shavuot , dado que se menciona su nacimiento, se lea también este libro en la festividad.

Recién al ser libres y tener la ley pudieron nuestros antepasados
acceder a la tierra y junto a esos valores que fueron mamando de la propia experiencia pudieron comenzar a forjar su Hogar Nacional en Eretz Israel. Como lo simbolizamos en Sucot dentro de la Sucá (cabaña), este hogar que parece precario y pequeño, débil por fuera, pero con todo rigor podemos decir que es muy fuerte por dentro, así es Israel, nuestro Hogar Nacional. Es por esa fuerza de espíritu que la ayuda a mantenerse de pie y a sortear con valentía los momentos difíciles y a disfrutar de los gratos es podemos asegurar que nadie ni nada podrá hacer que este sueño milenario siga siendo una realidad que se recrea día a día.

Jag Sameaj.
Enrique M. Grinberg

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